Feliz Año Nuevo!!

En este año que está apunto de comenzar en el que conmemoraremos el 425 Aniversario de Ntro. Padre Jesús Nazareno, deseamos que venga cargado de ilusión, salud, trabajo y muchas ganas de hacer más grande nuestra comunidad parroquial!!!! 
" Recordemos que no hay ningún obstáculo en la vida que no se pueda superar de la mano de Dios. Que la felicidad y prosperidad sean constantes en vuestros hogares durante este año"
Feliz Año Nuevo!!

La grandeza de María!!

"La grandeza de María reside en su humildad. 
Jesús quiere que nosotros aprendamos de Él y de ella una lección solamente; 
ser mansos y humildes de corazón" 
(M. Teresa de Calcuta) 
(Misterio Iglesia Santa María la Mayor 2016)

Certamen de Villancicos


Programación Parroquial (Del 12 al 18 de diciembre)

- Parroquia Santa María la Mayor -

Confesiones de Adviento

"Hay muchas personas humildes que confiesan sus recaídas...
El Señor de la misericordia nos perdona siempre,
de manera que nos ofrece la posibilidad de volver a empezar de nuevo"

Sacramento de la Reconciliación
ADVIENTO
Iglesia San Pedro Apóstol
Miércoles, 14 de diciembre 2016
8,15 de la tarde

Rembrandt y la obra "El regreso del hijo pródigo"

Conferencia Rembrandt y la obra "El regreso del hijo pródigo" a cargo de D. Antonio Herrador Sarmiento (Convento Fuente la Villa, 9 de diciembre 2016) 

Belén Iglesia Ntra. Sra. del Carmen


La Virgen sueña caminos, está a la espera; 
la Virgen sabe que el Niño está muy cerca. 
De Nazaret a Belén hay una senda; 
por ellas van los que creen en la promesas. 
[... El Señor cerca está, Él viene con la Paz. 
El Señor cerca está, Él trae la Verdad...]

Vigilia de la Inmaculada en el Castillo de Locubín


Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo

Celebración del la Santa Misa cantada por la Coral Ciencias de la Educación de Granada
Tras un año intenso, lleno de Actividades, donde el Stmo Cristo de la Misericordia siempre ha estado presente... en este año jubilar que concluía hoy, todos los asistentes hemos podido ver como el Cristo ha sido colocado en su lugar habitual en el altar.

EVANGELII GAUDIUM. Exhortación Apostólica del Santo Padre Francisco. "La Alegría del Evangelio"

EVANGELII GAUDIUM
Exhortación Apostólica del Santo Padre Francisco

"LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO"
1. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.


2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.

3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor». Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!

4. Los libros del Antiguo Testamento habían preanunciado la alegría de la salvación, que se volvería desbordante en los tiempos mesiánicos. El profeta Isaías se dirige al Mesías esperado saludándolo con regocijo: «Tú multiplicaste la alegría, acrecentaste el gozo» (9,2). Y anima a los habitantes de Sión a recibirlo entre cantos: «¡Dad gritos de gozo y de júbilo!» (12,6). A quien ya lo ha visto en el horizonte, el profeta lo invita a convertirse en mensajero para los demás: «Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión; clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén» (40,9). La creación entera participa de esta alegría de la salvación: «¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! ¡Prorrumpid, montes, en cantos de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido» (49,13).
Zacarías, viendo el día del Señor, invita a dar vítores al Rey que llega «pobre y montado en un borrico»: «¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén, que viene a ti tu Rey, justo y victorioso!» (9,9).
Pero quizás la invitación más contagiosa sea la del profeta Sofonías, quien nos muestra al mismo Dios como un centro luminoso de fiesta y de alegría que quiere comunicar a su pueblo ese gozo salvífico. Me llena de vida releer este texto: «Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (3,17).
Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!

5. El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría» (Jn 16,22). Después ellos, al verlo resucitado, «se alegraron» (Jn20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad «tomaban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban, había «una gran alegría» (8,8), y ellos, en medio de la persecución, «se llenaban de gozo» (13,52). Un eunuco, apenas bautizado, «siguió gozoso su camino» (8,39), y el carcelero «se alegró con toda su familia por haber creído en Dios» (16,34). ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?

6. Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias: «Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la memoria, algo que me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […] Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor» (Lm 3,17.21-23.26).

7. La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría». Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un corazón creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas alegrías beben en la fuente del amor siempre más grande de Dios que se nos manifestó en Jesucristo. No me cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro del Evangelio: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva».

8. Sólo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros?

II.- La dulce y confortadora alegría de Evangelizar

9. El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1 Co 9,16).

10. La propuesta es vivir en un nivel superior, pero no con menor intensidad: «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás»[4]. Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: «Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión»[5]. Por consiguiente, un
evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas [...] Y ojalá el mundo actual —que busca a veces con angustia, a veces con esperanza— pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo»

Las Nuevas Tecnologías al servicio de la PALABRA

"Las Nuevas Tecnologías al servicio de la PALABRA"
Conecta con la gente de tu Parroquia!!! 

Blog, Redes Sociales, medios de comunicación, telefonía móvil.... Te esperemos en las Jornadas formativas que se realizarán todos los martes (Desde el día 15 de noviembre hasta mediados de diciembre) en los Salones Parroquiales de 6,30 a 7,30 de la tarde.
(Si estáis interesados solo tenéis que acudir con vuestra tablet, teléfono móvil o pc portátil)
Anímate!!!... Descubre, Usa, Evangeliza... con las Tic!!

Programación Semanal (Del 7 al 13 de noviembre)

- Parroquia Santa María la Mayor -

Exposición del Santísimo Sacramento

Exposición del Santísimo Sacramento
Primeros jueves de cada mes en el Convento Fuente la Villa

"No entones alabanzas divinas solo con la voz, acompaña también la voz con las obras,.
Si cantas sólo con la voz, por fuerza tendrás al final que callar;
canta con las obras para no callar jamás"
San Agustín

Día del Joven en la Parroquia

Día del Joven en la Parroquia
Domingo, 6 de noviembre 2016

"Esa alegría que habéis recibido gratis de Dios, por favor, 
 gratis (cf. Mt 10,8), porque son muchos los que la esperan. Y la esperan de vosotros"


CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA - MISA DEL JOVEN

Iglesia Santa María la Mayor

12 de la mañana

El próximo Domingo 6 de Noviembre se celebra en las Parroquias de la Diócesis de Jaén el DÍA del JOVEN.  Animamos a todos los jóvenes a participar y colaborar ese día, preparando la celebración con cariño y dedicación para así manifestar que también hay jóvenes con fe, comprometidos y entusiasmados con seguir a Jesús.

Os esperamos!!

Celebración de la Santa Misa en el Cementerio

Celebración de la Santa Misa en el Cementerio
Miércoles, 2 de noviembre 2016
"Recuerda que cuando abandones esta tierra, 
no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado" 
S. Francisco de Asís

El Stmo. Cristo de la Misericordia en su visita a nuestros mayores y enfermos

El Stmo. Cristo de la Misericordia visitaba a nuestros mayores en la  
Residencia "Ángeles Cobo López"
Camino a la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen pasó por el Hospital Alta Resolución de Alcaudete

Para así llegar al Centro de Participación Activa y desde allí, dirigirse directamente al Carmen.

Misa de Enfermos en el Santuario

Misa de Enfermos en el Santuario de Ntra. Sra. de la Fuensanta
Sábado, 22 de octubre 2016
Semana de la Misericordia en Alcaudete
Al terminar la misma, los asistentes han podido venerar una reliquia de San Juan Pablo II y visitar el Camarín de Ntra. Sra. de la Fuensanta!!
Reliquia de San Juan Pablo II

Programación Semanal (Del 24 al 30 de octubre)

- Parroquia Santa María la Mayor -