Queridos fieles diocesanos:
1. El mes de octubre viene llamándole el pueblo cristiano MES DEL ROSARIO. Dentro de él celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Rosario el día 7, este año, lunes. Esta fecha nos remite a aquel 7 de octubre de 1571, en que los cristianos lograron la victoria de Lepanto.
La Carta Apostólica Marialis cultus de S.S. Pablo VI, uno de los documentos del magisterio pontificio más preciosos de estos últimos años sobre la Virgen María, define el santo Rosario como “una manera muy popular de elevarnos muy filialmente hasta la Virgen, considerándola como lo que es, la puerta del cielo…”
Se nos dice, en el mismo documento, que el Rosario es el compendio del Evangelio; una oración evangélica de orientación profundamente cristológica; una oración laudatoria pero, sobre todo, contemplativa; es vástago germinado sobre el tronco secular de la liturgia cristiana; es la memoria contemplativa de los acontecimientos salvíficos realizados por Cristo.
2. El Beato B. Longo hace sobre el rosario esta hermosa consideración tan exacta: “Como dos amigos, frecuentándose, suelen parecerse también en sus costumbres, así nosotros, conversando familiarmente con Jesús y la Virgen, al meditar sus misterios, y formando juntos una misma vida de comunión, podemos llegar a ser, en la medida de nuestra pequeñez, parecidos a ellos, y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde, pobre, escondido, paciente y perfecto”.
Pero el rezo del rosario no sólo consigue que intimemos en amistad con Jesús y María, podemos lograr también que sea una verdadera escuela de contemplación y silencio, siempre que nuestra voz permita oír la de Dios. Aquellas palabras del primer libro de los Reyes (1 Re. 19, 12), en que se nos dice que Dios habla a través del silencio “como el susurro de una brisa suave”, bien podemos tenerlas muy presentes en nuestro rezo del santo rosario.
Otro aspecto muy importante para tener presente en su rezo es procurar destacar la Palabra de Dios. Todo el rosario está entretejido de elementos tomados de la Sagrada Escritura y que pueden anunciarse en la introducción de sus veinte misterios con sus correspondientes pasajes bíblicos. Así vienen haciéndolo no pocas comunidades, al menos en circunstancias especiales.
3. Les recuerdo, finalmente, que, durante el mes de octubre, celebraremos dos acontecimientos muy importantes:
a) La beatificación de siete mártires de nuestra Iglesia diocesana, presididos por el Obispo Mons. Manuel Basulto Jiménez. Tendrá lugar, como muchos ya conocen, el día 13 en la ciudad de Tarragona. Estaremos allí presentes unos quinientos fieles de la Diócesis. También aquí debe celebrarse esta buena noticia.
b) La celebración, el día 20, del Domingo Mundial de la propagación de la fe: DOMUND, para avivar nuestro espíritu misionero de bautizados.
Al acercarse asimismo la clausura del Año de la Fe, que tendrá lugar en Roma en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, Domingo 24 de Noviembre, pidamos, a través del rezo del santo Rosario que nuestra Madre la Virgen María conduzca nuestros pasos por el camino de una progresiva conversión personal que afiance y acreciente nuestra fe bautismal.
Que la Virgen del Rosario nos ayude a vivir nuestra vocación personal como respuesta a los objetivos señalados para este curso en la diócesis, y alcance ante su Hijo Jesucristo vocaciones sacerdotales y de vida consagrada para esta nuestra Iglesia de Jaén. Que brote esta súplica en todos los rincones de nuestra geografía diocesana.
Con mi afecto en el Señor.
Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén
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