I Domingo de Adviento
30 de noviembre 2014
Durante el tiempo de Adviento, estamos especialmente invitados a vivir con actitud vigilante, alegre, con esperanza y conversión.
La liturgia suprime durante el Adviento una serie de elementos festivos.
De esta forma, en la Misa durante este periodo, no rezamos el Gloria, se suprime los adornos festivos, las vestiduras son de color morado, el decorado de la Iglesia es un poco más sobrio...
Todo esto, es una manera de expresar tangiblemente que mientras dura nuestro peregrinar,
nos falta algo para que nuestro gozo sea completo.
Y es que, quien espera es porque le falta algo.
Cuando el Señor se haga presente en medio de su pueblo,
habrá llegado la Iglesia a su fiesta completa,
significada por la Solemnidad de la Navidad.
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