Amigos muchos jovenes no saben como encaminar su vida, no tienen un rumbo, muchos son rechazados,otros tienen todo y no tienen nada, viven de sus mentes y con doble animo, porque han crecido en el mundo que esta caido lleno de vicios y perdición, la juventud sin Cristo esta sometida y exclava al mundo. Ahi que abrazar la Cruz y decir Aqui estoy Señor para tí y contigo.
Entiendo perfectamente la situación y pensamiento de estas personas, como joven que soy. Sin llegar a las dos décadas de vida es impresionante la cantidad de preguntas que puedes llegar a hacerte desde que entras en la adolescencia. Al igual que conozco a muchos compañeros jóvenes que viven en la fe, también conozco a grandes amigos que se cierran en banda ante cualquier comentario o suceso religioso. Pero también sé que algunos de ellos, en los momentos más difíciles y solitarios que atraviesan en sus vidas, han encontrado consuelo con mis consejos, y lo que es más...se han sorprendido de que fuesen experiencias y enseñanzas de la fe cristiana. Por eso creo que no debemos caer en la tentación de volver a culpar a "la sociedad" de la falta de espiritualidad y de la desorientación de los jóvenes de hoy en día. Es evidente que el poder de los medios de comunicación es tremendamente eficaz, pero no olvidemos que "la sociedad" somos todos y cada uno de nosotros, junto con nuestro círculo de personas con las que tratamos a diario. Subestimemos un poco el poder de las masas, pues si queremos reconfortar el alma de todo el que lo necesita, no hay mejor manera que hacerlo individualizando. El ser humano necesita sentirse comprendido, querido y amado de manera única, pues ahí radica parte de nuestro pequeño egoísmo propio de la naturaleza humana. Un verdadero cristiano no se identifica a primera vista por sus colgantes o pulseras, sino por sus actos. Dejemos clara nuestra forma de pensar y actuar para con los demás...que quienes deseen sentir esa paz acudirán a nosotros y a nuestra fe.
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Mateo 11:29
Que grande fuera si todos pusiéramos en práctica estas hermosas palabras dichas por nuestro Señor Jesucristo. Pero lastimosamente en este mundo en el que vivimos estamos rodeados de gente orgullosa, gente altiva que muchas veces ven de menos a los demás y no solo pasa con las personas que no conocen a Cristo sino que hasta se da dentro de las iglesias cristianas.
Para mi una persona humilde es aquella que sabe aceptar sus errores y reconocer cuando ha fallado, es una persona que no se cree mas que los demás. Ser humilde es no ver de menos a las personas solo por que yo tenga algún talento que otro no tiene, ni por que yo tengo mas que aquel, etc. Pero casi nunca ponemos en practica el ser humildes pues dejamos que el orgullo se apodere de nosotros.
También nos cuesta ser mansos pues cuando alguien nos ofende le quisiéramos decir muchas cosas pero debemos de aprender a callarnos a no actuar de la misma forma en que actúa el otro aunque esto nos parezca injusto, a ser obedientes a no renegar en tu trabajo o en tu casa. Muchas veces no somos mansos con Dios pues esta esa rebeldía en nosotros que no nos permite obedecerle, nos cuesta someternos a nuestras autoridades principalmente a Dios. Por que queremos hacer nuestra voluntad, por que nos apoyamos en nuestra propia prudencia.
Querido hermano te invito a que practiques estas dos virtudes en tu vida, pues que lindo seria que tu fueras manso y humilde como lo es Jesús, que bueno seria ser imitadores de Jesús en todo tiempo, actuar de la forma en la que El actuaria, que allá en los cielos se hable de ti como una persona mansa y humilde así como cuando Jesús expreso de Moisés que no había nadie mas manso y humilde que su siervo Moisés. Imagínate que feliz se ha de ver sentido Moisés de que Dios se haya expresado así de El.
La espiritualidad la llevamos todos. Esta bien que creamos en nosotros mismos pero tenemos que saber que no estamos solos, que alguien nos acompaña y ese es Dios.
Amigos muchos jovenes no saben como encaminar su vida, no tienen un rumbo, muchos son rechazados,otros tienen todo y no tienen nada, viven de sus mentes y con doble animo, porque han crecido en el mundo que esta caido lleno de vicios y perdición, la juventud sin Cristo esta sometida y exclava al mundo. Ahi que abrazar la Cruz y decir Aqui estoy Señor para tí y contigo.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente la situación y pensamiento de estas personas, como joven que soy. Sin llegar a las dos décadas de vida es impresionante la cantidad de preguntas que puedes llegar a hacerte desde que entras en la adolescencia. Al igual que conozco a muchos compañeros jóvenes que viven en la fe, también conozco a grandes amigos que se cierran en banda ante cualquier comentario o suceso religioso. Pero también sé que algunos de ellos, en los momentos más difíciles y solitarios que atraviesan en sus vidas, han encontrado consuelo con mis consejos, y lo que es más...se han sorprendido de que fuesen experiencias y enseñanzas de la fe cristiana. Por eso creo que no debemos caer en la tentación de volver a culpar a "la sociedad" de la falta de espiritualidad y de la desorientación de los jóvenes de hoy en día. Es evidente que el poder de los medios de comunicación es tremendamente eficaz, pero no olvidemos que "la sociedad" somos todos y cada uno de nosotros, junto con nuestro círculo de personas con las que tratamos a diario. Subestimemos un poco el poder de las masas, pues si queremos reconfortar el alma de todo el que lo necesita, no hay mejor manera que hacerlo individualizando. El ser humano necesita sentirse comprendido, querido y amado de manera única, pues ahí radica parte de nuestro pequeño egoísmo propio de la naturaleza humana. Un verdadero cristiano no se identifica a primera vista por sus colgantes o pulseras, sino por sus actos. Dejemos clara nuestra forma de pensar y actuar para con los demás...que quienes deseen sentir esa paz acudirán a nosotros y a nuestra fe.
ResponderEliminarAprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”.
ResponderEliminarMateo 11:29
Que grande fuera si todos pusiéramos en práctica estas hermosas palabras dichas por nuestro Señor Jesucristo. Pero lastimosamente en este mundo en el que vivimos estamos rodeados de gente orgullosa, gente altiva que muchas veces ven de menos a los demás y no solo pasa con las personas que no conocen a Cristo sino que hasta se da dentro de las iglesias cristianas.
Para mi una persona humilde es aquella que sabe aceptar sus errores y reconocer cuando ha fallado, es una persona que no se cree mas que los demás. Ser humilde es no ver de menos a las personas solo por que yo tenga algún talento que otro no tiene, ni por que yo tengo mas que aquel, etc. Pero casi nunca ponemos en practica el ser humildes pues dejamos que el orgullo se apodere de nosotros.
También nos cuesta ser mansos pues cuando alguien nos ofende le quisiéramos decir muchas cosas pero debemos de aprender a callarnos a no actuar de la misma forma en que actúa el otro aunque esto nos parezca injusto, a ser obedientes a no renegar en tu trabajo o en tu casa. Muchas veces no somos mansos con Dios pues esta esa rebeldía en nosotros que no nos permite obedecerle, nos cuesta someternos a nuestras autoridades principalmente a Dios. Por que queremos hacer nuestra voluntad, por que nos apoyamos en nuestra propia prudencia.
Querido hermano te invito a que practiques estas dos virtudes en tu vida, pues que lindo seria que tu fueras manso y humilde como lo es Jesús, que bueno seria ser imitadores de Jesús en todo tiempo, actuar de la forma en la que El actuaria, que allá en los cielos se hable de ti como una persona mansa y humilde así como cuando Jesús expreso de Moisés que no había nadie mas manso y humilde que su siervo Moisés. Imagínate que feliz se ha de ver sentido Moisés de que Dios se haya expresado así de El.
La espiritualidad la llevamos todos. Esta bien que creamos en nosotros mismos pero tenemos que saber que no estamos solos, que alguien nos acompaña y ese es Dios.
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