"Con fuerza y confianza en el Señor todo se puede"

Ayer al mediodía, el Papa Francisco recibió a una amplia y alegre representación de estudiantes de las escuelas que dirigen los jesuitas en Italia y Albania. Más de 8 mil personas; jóvenes con sus familias, profesores y amigos, llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano. Fue una especie de fiesta de final de curso que vino precedida, antes de la llegada del Papa, por momentos de animación y testimonio.
Llegado el momento del discurso, el Santo Padre les dijo que cinco páginas eran demasiado, que resultaría muy aburrido. Y propuso entregarles el discurso por escrito, resumiendo en pocas palabras el sentido del mismo, para pasar luego a un vivo diálogo directo, de preguntas y respuestas entre los alumnos y el Santo Padre.
Durante el diálogo uno de los estudiantes pidió al Papa palabras de ayuda para poder crecer, a veces en medio de dudas y Francisco dijo: “Caminar es un arte, porque si siempre vamos deprisa nos cansamos y no llegamos al final del camino. Y en cambio, si nos paramos, no andamos y tampoco llegamos a la meta. Caminar es el arte de mirar al horizonte, pensar adonde queremos ir pero aguantar también el cansancio del camino, que a veces es difícil... Hay días oscuros, días de fracaso, también alguna que otra caída.. Uno se cae....Pero pensad siempre esto: No tengáis miedo de los fracasos, ni de las caídas. En el arte de andar lo que importa no es caer, sino no quedarse en el suelo. Hay que levantarse, enseguida, y seguir andando. Esto es hermoso: este trabajar todos los días; esto es caminar de forma humana. Pero caminar solos es desagradable y aburrido. Caminar en comunidad, con los amigos, con los que nos quieren... Eso nos ayuda a llegar al final, adonde queremos llegar”.
Una joven preguntó al Pontífice si seguía viendo a sus amigos. “Yo soy Papa desde hace dos meses y medio -respondió- y mis amigos están a 14 horas de avión; están lejos. Pero tres ya han venido a verme y a saludarme, y yo les escribo, me escriben y les quiero mucho. No se puede vivir sin amigos” 
Un niño preguntó si había querido ser Papa. “Pero ¿tú sabes que significa que una persona no se quiera mucho? –contestó Francisco-. Una persona que quiera ser Papa no se quiere mucho. No, yo no he querido ser Papa”. 
Después, una niña quiso saber por qué había renunciado a vivir en el Palacio apostólico, eligiendo en cambio la Casa de Santa Marta. ¿Es una renuncia a la riqueza?. “Creo que no se trata sólo de algo que tenga que ver con la riqueza –respondió el Papa-. Para mí es un problema de personalidad. Yo necesito vivir en medio de la gente, y si viviera solo, aislado, no me sentaría bien. Esta pregunta me la hizo ya un profesor: “¿Por qué no va usted a vivir al apartamento papal? Y yo le contesté: “Mire, profesor, por cuestiones psiquiátricas, eh?”... Porque es mi personalidad. También el apartamento ese no es tan lujoso...Pero no puedo vivir solo ¿me entiendes? Y además creo que los tiempos nos dicen que hay tanta pobreza en el mundo y esto es un escándalo. La pobreza del mundo es un escándalo. En un mundo donde hay tantas riquezas, tantos recursos para dar de comer a todos, es imposible entender que haya tantos niños que pasan hambre, tantos niños sin educación, tantos pobres. La pobreza hoy es un grito. Todos tenemos que pensar en volvernos un poco más pobres: todos tendríamos que hacerlo. Habría que preguntarse: ¿Cómo puedo yo hacerme un poco más pobre para parecerme más a Jesús que era el Maestro pobre?... No, en mi caso, no es un problema de virtud personal mía, es que no puedo vivir solo”; y además es bueno “no tener tantas cosas y volverse un poco más pobre”. Los chicos le preguntaron también al Santo Padre si había sido difícil seguir su vocación y dejarlo todo:
“Hay momentos oscuros, de oscuridad interior. Hay dificultades. Pero es tan bonito seguir a Jesús, seguir el camino de Jesús, que luego uno sopesa y decide ir adelante. Y luego llegan los momentos más bellos. Pero nadie debe pensar que en la vida no habrá ninguna dificultad.

También a mí me gustaría hacer una pregunta, ahora: ¿cómo piensan ir adelante con las dificultades? ¡No es fácil! Pero tenemos que seguir adelante, con fuerza y con confianza en el Señor: con el Señor, todo se puede". "¿Cómo convivir con la pobreza en el mundo?” ha sido otra de las preguntas: “Antes de nada quiero deciros, a todos vosotros, los jóvenes: ¡No os dejéis robar la esperanza! Y ¿Quién os roba la esperanza? El espíritu del mundo, las riquezas, el espíritu de la vanidad, la soberbia, el orgullo... todo esto te roba la esperanza ¿Dónde encuentro la esperanza? En Jesús pobre... Jesús que se hizo pobre por nosotros.... La pobreza nos llama a sembrar esperanza. Parece difícil de entender”.
El Papa ha recordado al respecto la carta que el Padre Arrupe, Prepósito General de la Compañía de Jesús, escribió a los Centros de investigación social de la Compañía: “Hablaba - ha explicado- de cómo hay que abordar la cuestión social. Y, al final, nos decía:
“Mirad, no se puede hablar de pobreza sin tener experiencia directa con los pobres”. No se puede hablar de pobreza abstracta: no existe. La pobreza es la carne de Jesús pobre en el niño que tiene hambre, en el enfermo, en esas estructuras sociales injustas... Id y ver allí la carne de Jesús.. Pero no dejéis que el bienestar, el espíritu del bienestar os robe la esperanza porque al final uno se convierte en nada en la vida. Los jóvenes tienen que apostar por altos ideales: este es el consejo. Pero la esperanza ¿Dónde la encuentro? En la carne de Jesús que sufre y en la pobreza verdadera”.


 

2 comentarios:

  1. Grande Francisco. Un Papa sabedor de los jóvenes.

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  2. Un extraordinario gesto de grandeza del Papa Francisco.

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