El corazón es el lugar donde, entre otros, guardamos los secretos más íntimos. Es en el corazón donde sufrimos y gozamos, donde disfrutamos y lloramos, desde donde odiamos o nos volcamos amando.
El corazón de María, palpitando en pleno tiempo de Adviento, sigue rebosando alegría por la venida de Jesús. Una de las cosas que más le gusta a nuestra Madre es, precisamente, el ofrecimiento de nuestro corazón para Dios.
Nunca como hoy tenemos tantas casas y, nunca como hoy, personas que viven sin techo.
Nunca como hoy vivimos tan juntos y, nunca como hoy, marcados por la soledad.
Nunca, como hoy, tan llenos de cosas y con la sensación de que nos falta algo.
Pidamos a María que, en este mes de diciembre, y animados por el espíritu de la navidad, pongamos el corazón en lo que hacemos y en lo que decimos. Pero, sobre todo, que en este mes inundemos nuestras vidas con lo que fue grande y decisivo en María: JESÚS.
Aprovechamos para deciros que el Horario de Celebraciones Litúrgicas para este día será exactamente el mismo que el establecido para cualquier domingo.
Somos miles y nos sentimos solos, nos falta algo y eso es sed de nuestro Dios.
ResponderEliminarPidamos a Maria que a pesar de todo la sed de Dios nunca falte, signo de nuestra necesidad de amor y compasión.